En muchas facetas de nuestra vida, me atreveré a decir que en todas, nos hemos olvidado del ahora, de disfrutar de lo que tenemos, de los que nos acompañan a la cervecita, al viaje en taxi, de quien sube con nosotros en ascensor…y bajamos la mirada al teléfono o simplemente nos preocupamos por temas que no tiene tanta importancia…

Me pongo filosófico para reflexionar sobre las angustias que pasan las parejas de novios muchas veces. Me pongo serio para pedir calma. Para pedir más ganas de disfrutar para ofrecer nuestra mano en momentos de estrés.

Nos casamos, tengo una radiante novia con mil ideas en mente, tengo un novio con una sonrisa que no sabe disimular, tengo unos padres nerviosos, tengo unas hermanas/os con ganas de ayudar y tengo muchas, demasiadas cosas que quiero hacer en una sola noche!

Una boda es ante todo un día de celebración, dos personas deciden voluntariamente darse un sí a su amor, a su confianza, deciden compartir y proyectar juntos… por qué no celebrarlo por todo lo alto! Lo malo es lo que significa “por todo lo alto”. Fincas, música, decoración, flores, regalitos, el ramo, el vestido, las invitaciones, autobuses, el catering, la recena, el baile, barra libre, atrezzos, planing de mesas, autobuses, hoteles…. Invitados que confirman o no…según lo vean. El viaje de novio, la lista de padrinos y testigos, trámites con la Iglesia, primas segundas que no sabes si invitar, primas hermanas que no sabes dónde sentar, amigos del trabajo que no sabes si que vengan o que no vengan, jefes que iban a venir pero se les ha complicado, proyectos en el trabajo que te roban la vida para hacer nada más…planes de bikini para que te entre el vestido o el chaqué… en fin…. Todo un reto!!!

Son tantas cosas que la figura de la weddingplanner cobra sentido para ciertas parejas, son tantas tantas cosas que nos volvemos locos!

Por eso me pongo filosófico, vemos a muchas parejas al año, como es lógico, todas ellas especiales, todas ellas con las mismas ganas de agradar a sus invitados pero alguna que otra se olvida de disfrutar, algunas pierden la perspectiva de que es una comida/cena de seis, ocho horas… que antes de que se den cuenta están entrando en la habitación del hotel o de casa exhaustos de bailar, saludar, besar a unos y otros, reir y posar… se pasa en un abrir y cerrar de ojos. Meses de preparativos para concentrarlo en una tarde. De ahí que me ponga filosófico!

No es acaso mejor relajarse y disfrutar, prestar más atención a los nervios de tu madre, padre, hermana que al color de la minuta? Los detalles son importantes, muy importantes, pero aún lo es más que tú te lo pases bien. Que tu novio doble de cansancio de tanto bailar antes de que se hastíe de ver colores de margaritas hasta decidir cuál es más blanca.

Por suerte para las parejas, hay tanta oferta de profesionales que la posibilidades son casi casi infinitas, desde dedcoradores florales, fotógrafos, música en vivo, castillos hinchables, fotomatones, foodtrucks…etc. Que por qué no usar a estos profesionales y relajarnos!? Pues porque somos como somos… si cuando vamos a un taller le recomendamos al mecánico que en lugar de un aceite sintético R4H use mejor el W8HH, lo más probable es que te equivoques, si al ir al médico corregimos sobre la prescripción o a nuestro abogado le corregimos la prosa del recurso en el que denunciamos… por que no dejamos a los profesionales trabajar?! A fin de cuentas no se dedican a ello?! Dicho esto, por nuestra parte, poca queja podemos reclamar para con nuestros nerviosas parejas de novios! Mucha suerte estamos teniendo!!! Que siga así! Pero eso sí que nadie se olvide de disfrutar del día de su Boda!